Estás dibujando mi sonrisa
en otros rostros
para poder verme
siempre.
Estás robando
todas las flores
de mi jardín
y adornando con ellas
tus ventanas
para que el viento fresco
en la mañanas
te traiga mi olor.
No me voy a disculpar
por estar
donde no quieres,
si eres tú quien me guarda
aún en tu bolsillo
para recordarte
la felicidad perdida.
Imbécil tú
que ya nunca podrás
verme completa,
Satisfecha yo,
por perpetrar mi venganza
al rondar por tu mente y asfixiar
con los pedazos que te quedan de mi
tus noches.
Ana María Arévalo
04.03.2020
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